viernes, 16 de noviembre de 2007

BMW 318i - Sustitucion de Inyectores

Tuvimos la visita de Matías, otro miembro del Hondaclub Argentina quien nos trajo su reciente adquisición: un BMW 318i del año 1992. En principio había llegado a nosotros con la idea de hacerle una limpieza a los inyectores a su auto ya que la sensación de manejo no era la que esperaba de un auto de su categoría. En la primera foto de este post, podemos ver a Boris Demczuk (*), ex-alumno y actual colaborador de Test Engine Argentina, encargado de los trabajos que se realizaron sobre este vehículo.

Con el fin de tener acceso a la rampa de inyección, iniciamos las tareas de desarme de la parte superior del múltiple de admisión. Una precaución que siempre hay que tomar en estos casos es la de sustituir las juntas del múltiple de admisión por nuevas. Una vez que la zona estuvo libre, se procedió a extraer la rampa con los 4 inyectores en cuestión.

Cuando sacamos a los inyectores para realizarle la habitual prueba de rendimiento volumétrico (previa a la limpieza), nos dimos cuenta de que los difusores internos que traen estos inyectores se encontraban totalmente deformados por haber sido expuestos a alta temperatura (seguramente una recalentada de tapa de cilindros).

Como se puede apreciar en la ampliación fotográfica el estado de estas punteras era lamentable y su negativa consecuencia sobre el cono de pulverización sería inevitable. Las punteras en su estado original poseen 3 agujeros que son los encargados de hacer un abanico de pulverización adecuado para la admisión del vehículo. Evidentemente al estar totalmente derretidas las mismas nos imaginábamos que la pulverización de los mismos sería muy pobre. Procedimos a montar a los cuatro inyectores en el banco de prueba de inyectores y no podíamos creer lo que veíamos: hay que sacarse el sombrero ante la marca BMW pues es increíble que este auto hubiese llegado andando a nuestro taller.

Video de comprobación en Banco de Prueba de Inyectores:


Como podrán ver en la filmación la calidad de los jets de los inyectores era pésima. No existía cono de pulverización y lo que más preocupaba era la generación de gotas de gran tamaño al chocar el chorro contra el mecanizado metálico de la punta del inyector.

Nos pusimos en contacto con el dueño, le informamos el problema que se estaba evidenciando en sus inyectores y la decisión a tomar era una sola. Hubo que reemplazar los 4 por inyectores nuevos y originales. Matías se encargó de ir a comprarlos, y por suerte un par de horas después los inyectores nuevos ya estaban en nuestro taller a la espera de ser colocados en la rampa.

Los colocamos en la rampa, armamos todo nuevamente, aprovechamos para colocar juntas nuevas en la unión de los dos tramos del múltiple de admisión y probamos al auto luego del armado. La sensación inmediata que tuvimos fue que el motor era otro. Posteriormente el feedback que obtuvimos de Matías, el dueño de la nave, fue que el auto había cambiado ostensiblemente y se encontraba muy satisfecho. Es de destacar la importancia que tiene realizar un control periódico del estado de la inyección del auto para poder detectar a tiempo problemas de este u otro tipo que afectan al rendimiento, consumo y prestaciones de los vehículos a inyección.

(*) A partir de Diciembre 2007 este brillante ex alumno dejo de ser colaborador de nuestro taller escuela. Le deseamos mucha suerte en sus nuevos emprendimientos!

Este tema que en este post fue tratado a nivel informativo, puede ser visto en profundidad inscribiéndose en los cursos de Inyección Electrónica que brindamos en Test Engine Argentina

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